ARTÍCULO
¿Qué es un Plan de Acción?
30 de agosto de 2020
Un plan de acción es una herramienta de gestión o administración que te será útil para determinar el camino hacia el cumplimiento de tus objetivos. Conoce sus características y elementos.

¿Tienes un proyecto en proceso, un negocio, un trabajo o un objetivo? si tu respuesta es sí, entonces debes conocer la mejor fórmula para conseguir lo que te estás proponiendo: un plan de acción.
Un plan de acción es una herramienta de administración o gestión,
implementarla te ayudará no solo a agilizar tus procesos, sino a establecer metas claras y la mejor forma para desarrollarlas. Por lo que, a grandes rasgos, esta herramienta determina las tareas y los recursos utilizados para elaborar un plan que lleve tu proyecto al objetivo que deseas.
Un plan de acción describe de forma detallada la organización de las habilidades y las actividades a realizar, identifica los objetivos concretos, los recursos que se destinarán y el porqué.
Todo plan de acción despliega entonces los parámetros y el sistema de medición de resultados para cada asignación. Siempre con el claro objetivo de obtener los mejores resultados para tus proyectos.
Para qué sirve un plan de acción
Si conoces cuál es tu objetivo esta herramienta será tu aliada para darle un enfoque a tus metas, además de determinar cuáles son los elementos indispensables que necesitas para llevar tu proyecto o meta de “A” a “B”.
Cabe destacar que un plan de acción no te dará resultados si no acatas cuidadosamente los criterios que impusiste en él.
Con esta herramienta te aseguras de una adecuada ejecución de las tareas asignadas, sin desperdiciar tiempo y recursos.
Te preguntarás entonces, ¿cómo puede ayudarme? Es una excelente herramienta para formular tus metas. Si aún no tienes un objetivo concreto, formular este plan es un excelente ejercicio para delimitarlo.
Asimismo, un plan de acción te permitirá determinar dónde visualizas el estado de tu proyecto a futuro, establecer las medidas para disminuir riesgos, además de medidas correctivas para eventualidades. Incluso, un buen plan de acción puede sumarle credibilidad a tu idea.
No existe como tal, un único modelo para construir un plan de acción. Es una herramienta flexible para que lo implementes en tu propio elemento y área de trabajo. No obstante, si existen algunos elementos característicos.
Primero, la meta. Como te comentamos, esta herramienta es ideal para ayudarte a llegar a tus objetivos, sin embargo, debes conocer con claridad qué deseas lograr. Sin un objetivo claro, los resultados tampoco lo serán.
Segundo, un buen plan debe ser capaz de adaptarse al cambio. Durante la aplicación de tu plan descubrirás que, en algunas ocasiones, se presentarán métodos que podrán brindarte mejores resultados de los esperados, por lo que deberás detenerte a reevaluar tu método.
La ruta debe ser clara, realista y lógica. Tú decidirás la mejor forma para seguir tu plan de acción, sin embargo, el plazo y los objetivos deben ser realistas y siempre mantener un orden. Un plan de acción deberá ser siempre organizado de forma inteligente y clara.
Cabe destacar que un plan de acción no te dará resultados si no acatas cuidadosamente los criterios que impusiste en él.
Con esta herramienta te aseguras de una adecuada ejecución de las tareas asignadas, sin desperdiciar tiempo y recursos.
Te preguntarás entonces, ¿cómo puede ayudarme? Es una excelente herramienta para formular tus metas. Si aún no tienes un objetivo concreto, formular este plan es un excelente ejercicio para delimitarlo.
Asimismo, un plan de acción te permitirá determinar dónde visualizas el estado de tu proyecto a futuro, establecer las medidas para disminuir riesgos, además de medidas correctivas para eventualidades. Incluso, un buen plan de acción puede sumarle credibilidad a tu idea.
No existe como tal, un único modelo para construir un plan de acción. Es una herramienta flexible para que lo implementes en tu propio elemento y área de trabajo. No obstante, si existen algunos elementos característicos.
Primero, la meta. Como te comentamos, esta herramienta es ideal para ayudarte a llegar a tus objetivos, sin embargo, debes conocer con claridad qué deseas lograr. Sin un objetivo claro, los resultados tampoco lo serán.
Segundo, un buen plan debe ser capaz de adaptarse al cambio. Durante la aplicación de tu plan descubrirás que, en algunas ocasiones, se presentarán métodos que podrán brindarte mejores resultados de los esperados, por lo que deberás detenerte a reevaluar tu método.
La ruta debe ser clara, realista y lógica. Tú decidirás la mejor forma para seguir tu plan de acción, sin embargo, el plazo y los objetivos deben ser realistas y siempre mantener un orden. Un plan de acción deberá ser siempre organizado de forma inteligente y clara.

Partes que componen un plan de acción
Ahora, ¿Cómo lo organizo? Antes de comenzar a realizar la planificación, debes comprender cuáles son los pasos a seguir para que tu plan de acción se realice correctamente.
El primer paso para comenzar a organizar tu plan es d eterminar todas aquellas acciones que son necesarias e imprescindibles para ejecutar tu proyecto o idea.
Es aquí donde intervienen tus objetivos, pues si conoces a profundidad el proyecto o idea que deseas realizar y hasta dónde lo quieres llevar, programar tu plan no será una tarea imposible.
¿Cuáles son las necesidades de ese objetivo? ¿Qué necesito para que se cumpla, desde actividades, acciones o recursos?
Segundo, la ejecución. Ahora que conoces cuáles son los pasos por seguir en tus procesos, debes determinar en qué momento se llevarán a cabo, por quién se llevará a cabo y cuáles son los requerimientos para cada acción a ejecutar.
Establece un cronograma de actividades, sin olvidar el monitoreo de su correcto funcionamiento. El monitoreo será tu herramienta para identificar fallas.
Tercero, el análisis de resultados. Es probable que durante tu primera fase de implementación del plan de acción notes una diferencia del papel a la realidad. ¿Qué sucede y cuál es el motivo? Realizar un análisis de los resultados de productividad, tu tiempo y los recursos, te permitirá identificar las áreas de oportunidad del plan que diseñaste.
El primer paso para comenzar a organizar tu plan es d eterminar todas aquellas acciones que son necesarias e imprescindibles para ejecutar tu proyecto o idea.
Es aquí donde intervienen tus objetivos, pues si conoces a profundidad el proyecto o idea que deseas realizar y hasta dónde lo quieres llevar, programar tu plan no será una tarea imposible.
¿Cuáles son las necesidades de ese objetivo? ¿Qué necesito para que se cumpla, desde actividades, acciones o recursos?
Segundo, la ejecución. Ahora que conoces cuáles son los pasos por seguir en tus procesos, debes determinar en qué momento se llevarán a cabo, por quién se llevará a cabo y cuáles son los requerimientos para cada acción a ejecutar.
Establece un cronograma de actividades, sin olvidar el monitoreo de su correcto funcionamiento. El monitoreo será tu herramienta para identificar fallas.
Tercero, el análisis de resultados. Es probable que durante tu primera fase de implementación del plan de acción notes una diferencia del papel a la realidad. ¿Qué sucede y cuál es el motivo? Realizar un análisis de los resultados de productividad, tu tiempo y los recursos, te permitirá identificar las áreas de oportunidad del plan que diseñaste.

¿Qué hacer con un área de oportunidad? Es en este punto donde tu plan de acción debe ser flexible para comprender dónde suceden los errores y reevaluar el camino tomado. Con estos resultados, serás capaz de trazar una nueva ruta en el plan de acción hacia tu objetivo. Por ejemplo, la optimización de tiempo, costos, el servicio, entre otros.
Finalmente, después de evaluar tu estrategia y realizar las correcciones pertinentes lograrás identificar si ese plan de acción puede aplicarse a otros proyectos similares, además de abrir un abanico de posibilidades para impulsar tu proyecto. Realizar una idea o un proyecto sin una adecuada organización puede conducirte a resultados ambiguos. Recuerda que siempre debes designar cuál es tu objetivo, claro y concreto. Mide tus resultados y observa todo lo que puedes lograr con un plan de acción efectivo.
Finalmente, después de evaluar tu estrategia y realizar las correcciones pertinentes lograrás identificar si ese plan de acción puede aplicarse a otros proyectos similares, además de abrir un abanico de posibilidades para impulsar tu proyecto. Realizar una idea o un proyecto sin una adecuada organización puede conducirte a resultados ambiguos. Recuerda que siempre debes designar cuál es tu objetivo, claro y concreto. Mide tus resultados y observa todo lo que puedes lograr con un plan de acción efectivo.
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